Roland Garros, el primer amistoso
de la selección española de futbol, el segundo puesto de Fernando Alonso e
incluso el nuevo look de Cristiano
Ronaldo, son las noticias que acaparan el día a día en nuestro país. Protagonistas
de portadas y de las primeras páginas que han logrado grandes éxitos para el
deporte español, pero ¿dónde quedan los demás deportes y deportistas? También hay grandes deportistas ocultos tras
el protagonismo de los deportes reyes de nuestro país.
Lydia Alonso Carballo, jugadora
de la selección nacional júnior femenina de voleibol, hablaba el pasado fin de
semana en el diario 20Minutos de la escasa repercusión y apoyo económico que
encuentra el deporte femenino en España. No es la única, Anna Montaña, jugadora
internacional de baloncesto, manifestó esta misma idea en la red social Twitter. El deporte femenino es quizá el
más perjudicado. Las componentes del equipo nacional de gimnasia rítmica han
viajado al campeonato europeo, que ha tenido lugar en Viena, pagándose el viaje
de su propio bolsillo. Incluso, las componentes del conjunto, están utilizando
pelotas con parches, ya que están pinchadas. A pesar de todo, el conjunto
español nos regaló el oro en la Copa del Mundo el pasado mes de abril.
El deporte femenino es el gran
olvidado en nuestra sociedad y en los medios de comunicación, pero no son los
únicos. El deporte base es el que está sufriendo de primera mano la gran crisis
económica que sacude nuestro país. Jóvenes promesas obligadas a renunciar a su
sueño por falta de recursos. Equipos que llevan el nombre de sus ciudades a lo
más alto del deporte español pero cuyos ayuntamientos no han depositado la
confianza y el esfuerzo que los padres sí hacen, financiándoles el viaje. Estas
pequeñas promesas serán las que en un futuro nos den medallas mundiales,
europeas u olímpicas, pero hay que apostar por ellos. Los medios de
comunicación son grandes culpables de que ocurra esto.